Hoy es un día muy especial para toda la gente que no ha perdido la ilusión, para todos los que en el fondo siguen siendo niños, porque hay que reconocer que mañana es el día de los niños ¿verdad?
Recuerdo cuando yo era pequeña la ilusión que tenía en hacer la carta con letra clara para que los Reyes la entendieran bien, que vale que eran Magos pero tan mayores,... Mi preferido era Baltasar, era la tercera de los hermanos y me lo adjudicaron y yo encantada. Les dejábamos los zapatos relucientes al lado de la puerta de la terraza y algún polvorón que otro, ahora pienso que vaya empacho se deben llevar los pobres con tanto dulce ¿nadie le pone algo salado?
Casi ningún año me traían exactamente lo que pedía y nunca todo ¡por supuesto!, eso sí eran bastante cabezotas porque año tras año no hacían más que regalarme "cacharritos" ¿recordaís? esos platitos, cacerolitas, tenedorcitos y ... demás, de plástico imitando los de verdad, intuyo que querían que me gustara la cocina y todo lo relacionado con la casa (también me regalaban muñecas) pero yo siempre dejaba a mis amigas jugando con mis muñecas y mis cacharritos (llegue a juntar una bolsa bastante grande de ellos jejejej) y me iba a jugar con los chicos... así he terminado yo jajajaj: sabiendo cocinar lo justo y arreglando la casa por obligación.
Pero lo de la Nancy era otra historia. La conseguí después de escribírselo (bien clarito, qué conste) muchas, muchas veces. Era la única muñeca que me gustaba, y eso que mi mami siempre les cosia y tejia ropita a mis muñecas ¡mis muñecas las más elegantes de la barriada, siempre vestidas con diseños únicos! Mi Nancy era la rubia de pelo largo, y llegó a tener un traje como el que aparece en la foto (por eso lo he puesto). Me la trajeron con un mono amarillo zapatos rojos y un blusón de cuadros rojos, luego tuvo un traje estilo vaquero de pantalón y chaqueta y ese de lana, no recuerdo ningún otro..... ¡¡aaahhhhh sssssiiiiiiii, y un juego para hacerle vestiditos!! jajajajja lo que os digo los Reyes Magos empeñados en hacerme una amita de su casa jajajajja.
Pero en fin ya no la tengo conmigo y como no tengo hijos no les puedo comprar una para recordar viejos tiempos. La desaparición de mi Nancy fue algo.... inesperada, ... peculiar. Yo ya llevaba tiempo sin jugar con ella y la tenía guardada, pero de repente a mi madre se le ocurrió la gran idea de dársela a una prima mía: yo ya no jugaba con ella y a mi prima le encantaban las muñecas, una decisión bastante lógica ¿verdad? pero no me dijo nada, lo descubrí porque un día que fuimos a casa de mi prima me puse a jugar con ella y .... allí estaba mi pobre Nancy con unos trasquilones en el pelo de tres pares de narices, toda pintarrajeada... un desastre. Yo la cogí y con ella en la mano y llorando le pregunté que hacía mi Nancy allí y sin mi permiso si era mía; la pobre no supo como salir del atolladero, lo pasó fatal, sólo fue capaz de decirme que pensó que no me importaría. Entonces sé que me pasé en mi reacción (era/¿soy? bastante temperamental) pero me sentí fatal, tal vez si me lo hubiera dicho no me hubiera importado, tal vez..., pero en fin las cosas suceden como suceden y no vale de nada darles vueltas a posteriori.
Bueno, siento este rollazo que he soltado, pero una cosa me ha llevado a otra. ¿Será por esto que he llamado a mi blog "Cuentos de..."?, seguramente.
Espero que mañana tod@s tengan algún regalo de los que han pedido o al menos perfumes y corbatas no demasiados desencaminados de los gustos.
No te organizas, Vera. Yo pedí una Nancy hace unos años, y me trajeron una de las de verdad, de las de toda la vida. Ahora está en la estantería de mi dormitorio ¡y mato a quien se atreva a tocarla!
ResponderEliminar¿Qué te hace pensar que no tienes edad para tener muñecas? La edad está en el alma, no en el cuerpo.
Besitossssssssss
Chica si es que cada vez mi alma está un pelín más viejilla también, como mi piel, arrugas hay para dar y tomar jajajajaj
ResponderEliminarUys, creo que lo que he escrito en otra entrada tendría que haber ido aquí... a mí me pasó lo mismo que a ti con la nancy, pero con la Barbie, que estuve años pidiéndola y, cuando me la trajeron con 13 años, aunque me hizo mucha ilusión, ya no estaba yo para jugar con muñecas. eso sí, la guardo como oro en paño.
ResponderEliminarSaludos
Chus, no sé quién dijo que equivocarse es de sabios, así que ¡ya sabes! ¡únete al club de sabias! jajja. Yo creo que quién más o quién menos siempre ha tenido un juguete especial.
ResponderEliminarSaludos y muchas gracias por dejar tus comentarios.